Hace unos 3 meses nos tocaba la ecografía de la semana 21 o como me gusta a mi decirlo, la del quinto mes.
En esta ecografía el cuerpo ya está muy formado, y todos los órganos están perfectamente diferenciados. En la ecografía se le ve moverse y apartarse cuando viene el médico a molestarle con el emisor de ultrasonidos. ¡No para de moverse! ¡Y como se oyen los latidos del corazón cuando le ponen el micrófono cerca!
Pero no todo es tan bonito
Pero este post no viene al caso de lo que me pasó hace 3 meses sino de lo que me pasó ayer, cuando fuimos a hacer la última ecografía. Lo que ocurrió en esa sala de espera me tuvo fastidiado el resto del día y todavía hoy no acabo de digerirlo bien.
Lo que viene ahora no es precisamente alegre así que si no quieres, no sigas leyendo.