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Difícil decisión.

Hace tres años y medio pasé por una situación con bastantes similitudes, no en cuanto a que mi mujer fuera sola, yo iba con ella, pero porque sabía a lo que iba. La miocentesis no había salido bien, y a Aimara, mi hija, se le diagnosticó trisomía 20 (no 21 que es la del síndrome de down)un aporte extra de material genético en el par 20. Hay unos 140 casos estudiados y censados a nivel mundial, y salvo excepciones, los resultados no son nada buenos. Tuvimos que tomar una decisión debo decir que aunque el trato fue realmente exquisito por parte de todos y cada uno de los profesionales de la sanidad pública, cuando hay que tomar la decisión, fráncamente, te hundes. Pedimos prórroga para seguir pénsandonos qué es lo que haríamos, por supuesto y como no podía ser de otra manera, nos dieron hasta el último día legal para abortar. Pero cuando te dan el papel para que lo firmes autorizando el ingreso y posterior aborto, eso es muy duro. Al final y aunque íbamos decididos a abortar, no tuvimos huevos a plasmarlo con una firma. Tuvimos la grandísima suerte de que su propio desarrollo absorvió esta deficiencia. Ya hace varios años que tiene el alta médica. Está total y albsolutamente sana. Pero yo que he pasado por ahí, jamás juzgaré a nadie que decida abortar, porque ¿y si no hubiera nacido bien?
Gracias por dejar que me desahogue y felicidades por el blog.
Sergio - Almassora