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5 minutos

Es una expresión muy común.

Normalmente decimos "en 5 minutos lo tengo hecho" o "espérame 5 minutos" y significa que todo habrá acabado en un momento.

Pero un buen día tu mujer te despierta a las 7 de la mañana y te dice -llevo una hora con contracciones cada 5 minutos- y la cosa cambia. Entonces haces la estúpida pregunta de siempre -¿estás segura?- y te responde -¡Pues claro que estoy segura! Llevo con contracciones desde la 1 de la mañana-

Corriendo al hospital
Nos vestimos, llamamos a un taxi y al hospital. En estos casos no es buena idea llevar el coche a menos que quieras pasarte el parto de tu chica buscando aparcamiento.

Entramos y ella a monitorización mientras yo me voy a la sala de espera.

Monitorización es que le ponen unos sensores en la barriga para ver contracciones y pulsaciones del bebé. A la derecha del papel salen las contracciones y a la izquierda las pulsaciones. En teoría no se pueden hacer fotos ahí dentro así que no se lo digáis a nadie. ;-)
La sala de espera del CLINICO es esto otro y si tienes hijos te vas a hinchar a verla. Por suerte a la izquierda, debajo de los asientos, hay un enchufe para el portátil. :-D

Tras media hora en monitorización la sacaron y nos dijeron que volviéramos cuando tuviera contracciones cada 3 minutos y que si lo quería tener cuanto antes, que caminara así que nos fuimos a pasear cronómetro en mano.

Como en "El día de la Marmota"
Me sentía como si el tiempo nunca pasara porque todo se movía en torno a esos 5 minutos.
Cronómetro a 0, un rato paseando y contracción, miro el reloj y 5 minutos, vuelvo a poner el cronómetro a 0 y otra vez.

La respuesta al sentido de la vida, el universo y todo lo demás
Por algún extraño motivo siempre que me ocurre algo importante, el 42 está rondando en algún sitio. Mientras estábamos paseando me di cuenta de que era 14 del 7 que sumado son 21. En ese momento pensé -verás lo que tarda en salir otro 21 en algún sitio-.

A comer
Nos fuimos a comer y las cosas se tranquilizaron. En vez de contracciones cada 5 minutos pasaron a ser cada 10 y a veces 30 minutos. Los dos pensábamos que a lo mejor había decidido salir otro día pero estábamos equivocados.

Otra vez al hospital
Sobre las 20:00 empezamos a tomarnos más en serio lo de las contracciones y volvemos a cronometrar ... una cada 3 minutos. ¿Otra vez nervios? Que va.
El taxista anterior iba como loco y como va a terminar la zona hora habrá sitio para dejar la lata. Cogemos todos los bártulos y nos vamos al hospital.
Mi mujer a monitorización. Mi yerna (si, yerna, suegra suena a insulto y la mía es muy maja) y yo a la sala de espera.

De paseo
Esta vez si fue una larga espera. Creo que me di tantos paseos que podría apañarme en esa zona del hospital con los ojos vendados. Una espera bastante mosqueante porque pasaba el tiempo y yo no sabía nada. ¿Será bueno? ¿Será malo? ¿Habrá salido ya el niño? ¿Donde está Curro?

Conocimientos básicos
Para que salga un bebé tienen que ocurrir dos cosas: cuello del útero borrado y vagina dilatada 10 cm. Lo primero significa que el espacio cerrado que hay entre el útero y la vagina tiene que ensancharse para dejar un hueco. Lo segundo significa lo que imaginas.
Se mide a mano. Es decir, alguien mete la mano por ahí y lo miden. Lo normal después del embarazo es que te hayan medido como mínimo media docena de personas. Lo siento chicas, es duro pero es así.

Entrando en la sala de dilatación
Cuando yo llegué mi mujer estaba temblando por la epidural pero decía que se sentía muy bien. Estuvimos juntos, contracción tras contracción durante 2 horas con cuello borrado y 6 centímetros.

Hay drogas que si son buenas
A mi mujer le metieron un chute de oxitocina para acelerar el proceso de dilatación.
Mientras estábamos esperando me di cuenta de que, efectivamente ella estaba bien. No daba muestras de gran dolor.
A nuestra derecha, separada por una pared de cristal traslúcido, había otra chica a la que no habían podido poner la epidural por déficit de nosequé en sangre. Los gritos desgarrados que provenían de su garganta cada 5 minutos durante 30 minutos, cada 4,5 minutos durante otros 30 minutos, cada 4 minutos durante otros 30 minutos, sonaban en toda la sala -¡Por favor! ¡¡Ponedme la epidural!! ¡Por Dios!- decía desesperada.
Oímos una camilla corriendo y luego todo en silencio. Habían decidido hacerle una cesárea.
A los 5 minutos mi costilla dice que empieza a notar las contracciones y que siente los pies perfectamente. Aviso a la enfermera y me dice que el anestesista está ocupado con una cesárea.
Miro la gráfica de la monitorización y veo una tensión continua con contracciones cada minuto. No digo nada. En pocos minutos las contracciones se van haciendo más fuertes. Salgo a preguntar por el anestesista y no hay nadie. Ella respira y aguanta el dolor de la contracción como puede ... mientras yo aguanto el dolor de sus uñas clavándose en mis manos como puedo.
Vuelvo a salir y encuentro a una matrona. Me dice que el anestesista está al tanto de la situación pero que todavía no ha terminado con la cesárea, que vendrá cuando pueda.
Pasado un rato por fin viene y mete en la vía una jeringuilla de epidural. Al minuto mi costilla dice que se encuentra bien y yo y mi mano derecha respiramos tranquilamente.

En la entrada al paritorio
Sobre la 1:30 de la mañana se llevan a mi mujer a la sala de partos y a mi me visten de marciano con una bata verde, un gorro verde y unos patucos verdes. Me dicen que no pase de la raya roja que hay pintada en el suelo. Espero unos minutos intentando adivinar que es lo que pasa en la sala usando los cristales de una puerta como un espejo.
Pienso en todos los padres que han pasado a la sala de partos y ante la visión de la sangre han caído redondos al suelo golpeándose la cabeza y pasando a ser el centro de atención dejando de serlo su mujer. Pienso -si tampoco es para tanto, en las clases de parto se ve que es como si cojieras un vaso de agua, lo llenaras de sangre y lo volcaras sobre el suelo-.

15 minutos de parto
Por fin oigo -¡puede pasar el padre!- y veo que el niño ya está ahí, se ve un poco la cabeza y mi mujer está tranquila -¡bendita epidural!- pensé yo. Me colocaron en su costado izquierdo y le di la mano.
Otra contracción, mi mujer vuelve a hacer fuerza y luego se relaja, sigue tranquila. El niño no ha salido todavía.
-Bueno María, en la siguiente ya sale- dice la matrona. A mi me apartan hacia atrás y otra matrona pone una escalerilla donde yo estaba, se sube y pone su brazo preparada para ayudar a empujar. Otra contracción; mi mujer y la matrona empujan con fuerza y veo como a la vez que se desliza el brazo hacia abajo sale la cabeza ... luego, con un tirón de la matrona salen los hombros y el resto del cuerpo.
Desde que se llevaron a mi mujer hasta que salió el niño solo habían pasado 15 minutos.

El niño ya está con nosotros
Lo del azote es cosa de películas. Bajo nuestra atenta mirada lo limpian, le miden, le pesan, le hacen pruebas y nos lo devuelven mientras a su madre le hacen cosas de las que ni nos damos cuenta. Está sano y sereno en su envoltorio de toallas encima de su madre. Es estupendo.

El síndrome de "no respira"
En la primera noche me acerqué al niño inmovil ... y se mi hizo raro verlo tan quieto. Le acerqué el dedo a la nariz para ver si respiraba y ¡no noté nada! ¡no respira! me puse de los nervios y lo intenté mover, entonces el se movió y me quedé tranquilo.
A la noche siguiente trajeron a una niña y cuando ya estábamos todos dormidos nos despertamos con un -¡¡QUE NO RESPIRA!! ¡¡QUE LA NIÑA NO RESPIRA!! Ah, ... si, ... perdonad, ... que si respira-.
Debe ser algo habitual así que debes saber que para saber si un niño respira hay que ponerle la mano encima y notarás como se hincha y desincha.

El día siguiente
Te das cuenta de que coger al niño en brazos es cuestión de práctica y que puedes hacer muchas cosas que no sabías hacer.

Si quieres ver algo gracioso, pon el dedo meñique en la palma de la mano del bebé que esté más pegada al colchón. El bebé lo agarrará con fuerza de forma instintiva. Tira del niño hacia tí arrastrando la cuna por toda la habitación, verás como no es tan débil como parece. No le hace daño.

Aprovecha cuando le coja alguna enfermera para fijarte bien y aprovecha cuando está despierto para hacer prácticas de tenerlo en brazos con la cama debajo, tumbado sobre un brazo, cogerle con una mano de las axilas, pasárselo a tu chica, cambiar pañales.

Llegamos al 42
Cuando el niño nace le ponen una pulsera de identificación tanto a el como a la madre:

Pues el número que le pusieron con las cifras agrupadas de dos en dos, quitándole los ceros y leyéndolo al revés es el 2142:

Si es que ya sabía yo que no tardaría mucho en llegar otro 21 para completar el 42. Y encima otro 42 de regalo.

El número 42 aparece muchísimo a lo largo de mi vida, pero esa es otra entrada del blog y debe ser escrita en otra ocación.

LO QUE SE 15 DÍAS MÁS TARDE
Los bebés no son unos chantajistas emocionales; son bebés
Cuando nace un bebé está preprogramado para realizar unas funciones básicas así que si llora es por algo.
Es frecuente oir que "ese bebé quiere brazos", que "te está tomando el pelo" o que hay que dejarle llorar. Son todo gilipolleces.
No he sido capaz de ver ningún signo de maldad en su comportamiento.
Si el niño llora o está inquieto existe una causa que puede ser tener hambre. Más adelante también tener gases y luego estar sucio.
¡NUNCA HAY QUE DEJARLE LLORAR! Si llora es que algo le pasa. Si llora y no encuentras la causa, ve al médico para que te digan que le pasa (seguramente gases) porque el no te lo va a decir.

¿Es difícil criar un bebé?
Tener un bebé no es difícil, pero es agotador, sobre todo los primeros días.
Nosotros hemos tenido suerte y duerme 6 horas seguidas por la noche. Además, ha salido muy espabilado y ya sabe diferenciar día y noche. Aún así estamos cansados.
Hay otros que lloran cada hora.

¿Seré capaz?
No pienses que tu no serás capaz de criarlo porque todo el mundo lo es.
Como dijo alguien en una película -"Hace falta carnet de conducir para llevar un coche pero cualquier imbécil puede ser padre"-.
Solo hay que poner un poco de voluntad y si ocurre algo que se te escapa de las manos llamar al 112 y luego ir a urgencias. Siempre la cabeza fría.

¿Y yo para que sirvo?
Según van pasando los días te das cuenta de que para más bien poco. La única realmente imprescindible es la madre. Si a ti te diera un ataque al corazón y palmaras, el bebé no se daría ni cuenta.

La que si se da cuenta de que tu existes es tu chica y es a ella a la que hay que ayudar.
Limpia la casa, haz la comida, ayúdala a tranquilizar al niño, dale ánimos, hazle masajes, ...
Ella estará mucho más cansada que tu y ahora si te necesita. Necesita a alguien firme y seguro a su lado que sepa lo que hay que hacer.
Aprovecha cuando ella duerme para leer libros sobre bebés que ella no va a poder leer por falta de tiempo.

Diseñados para tener hijos antes de los 25
Antes de los 25 uno se puede tirar noches enterar sin dormir, no siente el cansancio y tiene otra vitalidad.
Por fin se porque ocurre eso.
A nosotros con 30 años el niño nos agota bastante.
Tener un hijo a los 35 o a los 40 debe ser causa de muerte por cansancio. ;-)

Además, el sistema funciona bien hasta cierta edad. Luego surgen los problemas. Por ejemplo, aquí está la gráfica de la probabilidad de tener síndrome de Down en función de la edad (fuente):

Sustos
El segundo día vemos que el cordón humbidical está manchado con sangre fresca. Automáticamente nos pusimos nerviosos y llamamos al 112. Tuve una conversación parecida a esta:
Yo: Hola, le llamaba porque tengo un bebé de 2 días y le está sangrando el cordón humbidical.
112: ¿Es su primer hijo?
Yo: Sí
112: ¿Sangra mucho!
Yo: No, de hecho solo es una mancha pequeña, pero no se que hacer
112: Pues no te preocupes que es normal que sangren un poco. Si quieres cúrale un poco con Alcohol de 70 pero tampoco es necesario.
Yo: Gracias, no sabía el susto que tenía
112 (con voz de cachondeo): ¡Pues no os quedan sustos ni nada!