Una conversación en la cafetería de empleados de un conocido centro comercial (contable = C, marketing = M):
M - He oído que cada año tenemos que hacer un gasto impresionante en bolsas.
C - Si, es un fastidio. Todos los años en las cuentas de resultados se ve ese gasto como bastante significativo. Ojalá se pudiera eliminar.
M - O mejor aún, ojalá pudiésemos convencer a todo el mundo para que nos pagara las bolsas. Así nos convertiríamos en intermediarios de otro producto más y aumentaríamos nuestra facturación. Una facturación fija al año. ¿Te imaginas los beneficios?
C - Ya, pero ¿como vamos a convencer a la gente para que haga eso? Podemos poner un cartel en la entrada al centro que diga "Cada vez que un supermercado regala una bolsa Dios mata a un gatito. Por favor, piensa en ellos.", pero creo que no colaría. jejeje
M - Quizás no sean esos los sentimientos a los que tenemos que apelar en esta ocasión. Estoy teniendo una idea mucho más ... ecológica.